Hoy vamos a continuar con nuestra labor de descubrir el Guernica hablando del contexto en el que se expuso nuestra obra, la exposición Internacional de las Artes y Técnicas para la vida moderna de 1937 en París.
La exposición tenía como objetivo clave la demostración de que el arte y la tecnología no son conceptos opuestos. Ésta además se realizó en un contexto de crisis y tensión internacional, por lo que en la exposición también se marcó el objetivo de promover la paz mundial. Los pabellones se distribuyeron a orillas del Sena con una organización arbitraria en función de las relaciones entre los diferentes países, como Alemania y Rusia, las dos moles colocadas una frente a la otra a orillas del río.
Los vídeos sobre la Exposición Internacional de París pueden dar la visión de cuán tensa era la vida política europea en 1937. El pabellón nazi y el soviético, intencionalmente dispuestos uno frente a otro, en un aire de confrontación y al mismo tiempo exhibiendo una profunda afinidad estética. Las horrendas estatuas de Arno Breker y el conjunto escultórico, evidentemente mucho más logrado, de Vera Mujina: el águila frente al obrero y la koljosiana. En las imágenes aparece también El Guernica de Picasso, que tuvo una enorme importancia en el envío del gobierno republicano español.
Así pues, el pabellón español ocuparía una posición discreta. Mientras que otros países querían mostrar su grandeza, nuestro pabellón parecía un minúsculo juguete a los pies de la mole ejecutada por el arquitecto del régimen nazi Albert Speer. Uno de los atractivos del Pabellón de la Segunda Republica Española, es ver con que humildad y sosiego consigue representar lo que en ese momento un pueblo levantado en guerra contra el fascismo, luchando por las libertades democráticas, quería transmitir al exterior.
El pabellón tuvo un carácter propagandístico, informativo y reivindicativo de la situación del país, exponiendo en sus paredes carteles, fotografías y demás elementos artísticos y documentales que mostraban los horrores de la guerra. Entre otros documentos, se exhibían varios poemas de Federico García Lorca, y se contó con el apoyo de numerosos intelectuales internacionales, como Louis Aragon, Paul Éluard, Ernest Hemingway, Octavio Paz, André Malraux, Ilyá Ehrenburg,Waldo Frank entre otros muchos.
Maqueta del Pabellón español
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