sábado, 18 de mayo de 2013

Hacia el Nuevo Mundo: el Guernica en América, 1939-1981. Parte I


"Es mi deseo en este momento recordar a ustedes que siempre he creído, y sigo creyendo, que los artistas que viven y trabajan con valores espirituales no pueden y no deben permanecer indiferentes ante un conflicto en el que están en juego los más altos valores de la humanidad y la civilización" (Mensaje telefónico de Picasso para el Congreso de Artistas Americanos, diciembre 1937).


Debido a la mala situación que acaecía en la península con la guerra civil, Picasso había llegado a la conclusión de que el Guernica, pese a la falta de apoyo oficial del gobierno estadounidense a la acosada República (ya que se había acogido a la Ley de Neutralidad), debía ser embarcado rumbo a América con el fin de recaudar fondos para ayudar a los refugiados.
Andadura del Guernica en América hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial
En la mañana del lunes, 1 de mayo de 1939, el buque francés Normandie atracó en el muelle neoyorquino de Forty-eighth Street, procedente de Francia. Aquella misma mañana fue descargada en el muelle, con ayuda de un cilindro de madera, una larga caja de madera que contenía el Guernica de Picasso, así como tres más pequeñas y planas con siete pinturas y un fajo de dibujos. Habían transcurrido dos años desde el día en el que Picasso empezó el primer boceto para la pintura que, tres meses y medio después, se iba a convertir en la obra más famosa de la Exposición Internacional de París; durante este tiempo, el Guernica fue reconocido no sólo como uno de los más grandes monumentos del arte moderno sino, también, como un ejemplo único del papel que una obra de arte valiosa podía desempeñar en la configuración de nuestra imagen de las condiciones del mundo moderno e incluso en la estructuración de la misma historia política.
En el muelle de descarga se encontraba una patrulla de jóvenes voluntarios para la Campaña de Ayuda para los refugiados españoles. Para colaborar con el Comité americano, el Guernica  fue acompañado hasta Nueva York por Juan Negrín, jefe del gobierno republicano, que había huido a Francia dos meses antes cuando Franco acababa de cerrar la frontera.
El cuadro fue presentado en mayo de 1939 en los espaciosos locales de la nueva Valentine Gallery de Nueva York. La exposición en su conjunto fue tratada como un acontecimiento artístico y a la vez que como un documento de la tragedia española.
Portada del catálogo editado de la exposición del Guernica, Vallentine Gallery, Nueva York, 5-27  de mayo, 1939
La guerra civil terminó en mayo de 1939 con una derrota total de la República, el gobierno de Franco fue reconocido y las colecciones del Prado empezaron a volver a Madrid desde Ginebra. Ahora las simpatías se concentraban en las medidas de ayuda a las víctimas internadas en campos de concentración del sur de Francia. Y, aunque el creciente ritmo de las conquistas nazis presagiaba, como algo inevitable, una guerra a gran escala, para Norteamérica la amenaza quedaba muy lejos. Tanto es así que la Exposición Internacional de Nueva York se inauguró entre esperanzas y promesas de que iba a contribuir a restablecer la paz en el mundo. 
El Guernica en las Stendahls Art Galleries, Los Ángeles, 10-21 de agosto, 1939.
Los enérgicos esfuerzos de Sidney Janis en nombre del Comité de ayuda a los refugiados se tradujeron en una gira por todo el país de la exposición de Picasso. Ésta empezó en las Stendhal Art Galleries del Wilshire Boulevard de Los Ángeles y siguió viaje al San Francisco Museum of Art y el Arts Club de Chicago, antes de regresar a Nueva York para la retrospectiva picassiana en el Museum of Modern Art.

El 1 de septiembre, tres días después de la inauguración de la exposición de San Francisco, empezó la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia por Alemania, con lo que se cumplía la triste y desalentadora profecía del Guernica.



Bibliografía utilizada: 



VAN HENSBERGEN, G., Guernica. La historia de un icono del s. XX, Debate, Barcelona, 2005. 

DE LA PUENTE, J., "El Guernica" Historia de un cuadro, edit. Sílex, Madrid, 1983. 


FERNÁNDEZ-QUINTANILLA, R., La Odisea del Guernica de Picasso, Planeta, Barcelona, 1981.

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